Aunque no salimos a la playa, disfrutamos mucho de estar en familia, jugar, hacer juguetes en casa, ir a la piscina, salir de parques y comer muy rico (sobre todo los días que estuvo Leo en casa!).
Estos dos meses estuve aprendiendo muchas cosas en la cocina y en particular las últimas semanas se me juntaron los cumpleaños!! En Faceboook y en Pinterest podéis ver algunas de las cosas que estuve haciendo estos días de calor ;)
Como el verano parece aún no tener intenciones de irse por unas semanas más, mientras menos encendamos el horno, mejor! Así que os traigo una receta pendiente desde hace tres meses y que no la había publicado porque no había logrado resolver del todo el por qué no se me había disuelto bien la gelatina en este cheesecake. Varios cheesecakes después, entendí el truco que seguramente muchos de vosotros ya conocéis, pero para quienes no, os lo compartiré en el procedimiento de la receta :)
Y es que desde la última vez que compré un trozo de cheesecake de dulce de leche en el Starbucks, me gustó tanto que lo degusté con calma para intentar identificar los ingredientes. Llegando a casa me puse a investigar y después de mirar varias recetas de gente que hizo su propia versión de este famoso cheesecake de Starbucks, yo lo quise hacer con el dulce de leche de cabra mexicano: la cajeta.
Es de mis dulces mexicanos preferidos, y por lo visto de muchos de vosotros también, ya que veo que el post de los Cupcakes de cajeta es el más visitado de todo el blog!
Espero os guste mi versión!! Vamos con la receta!!
Cheesecake de cajeta (dulce de leche) sin hornear
(10-12 raciones / molde de 20 cm)
Ingredientes base:
- 300 g de galletas maría
- 120 g de mantequilla derretida
- 1 cucharadita de canela en polvo
- 1 cucharadita de coco rallado fino
- 1 pizca de sal
Ingredientes cheesecake:
- 400 g de queso crema untable
- 300 g de yogur griego natural
- 8 g (4 láminas) de gelatina neutra
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 100 g de cajeta
Procedimiento:
Preparamos nuestro molde, forrándolo la base y las paredes con papel de horno.
Para la base, derretimos nuestra mantequilla en el microondas (con unos 20-30 seg. suele ser suficiente).
Trituramos las galletas y las vaciamos en un bol.
Añadimos la mantequilla derretida, la canela, el coco y la sal.
Mezclamos con tenedor o con las manos hasta integrar bien.
Vaciamos esta mezcla en el molde preparado y extendemos en la base y alrededor en las paredes, presionando bien para que se compacte.
Metemos en la nevera, mientras preparamos el relleno del cheesecake.
Para preparar el cheesecake, comenzamos por poner en un cuenco a hidratar nuestras láminas de gelatina. El truco para que queden bien hidratadas es que el agua esté bien fría y que las láminas queden completamente cubiertas.
Mientras, batimos el queso crema con el yogurt y el extracto de vainilla.
Ya que las láminas de gelatina estén bien hidratadas (unos 6 minutos sueles ser suficiente), retiramos el agua colándolas y agregamos 4 cucharadas de agua bien caliente y removemos hasta que se disuelva bien y no queden grumos. El truco para que se disuelvan bien es que el agua esté muy caliente (yo la calenté en el microondas unos 45 seg.) Dejamos templar la gelatina unos minutos.
Ya templada la gelatina, la incorporamos a la mezcla del cheesecake y batimos hasta integrar.
Sacamos el molde de la nevera y vaciamos nuestra mezcla encima de la base de galleta.
Alisamos con una espátula si es necesario y agregamos 50 g de cajeta a cucharaditas, repartiendo en círculos.
Metemos a la nevera.
Dejamos reposar unas 4 horas mínimo, idealmente toda la noche para que cuaje bien.
Al sacarla, añadimos los 50 g de cajeta restantes de la misma forma, repartiendo en círculos (o podéis improvisar algún diseño!!).
Desmoldamos nuestro cheesecake y dejamos reposar unos 5 minutos antes de degustar.
Y listo!
Al escribir la receta, me entraron unas ganas locas de volver a hacerla!!
Mil gracias por seguirnos y espero disfrutéis de esta delicia!
Besos y abrazos
Gau