El martes pasado entregué una de las tartas que más me ha gustado (bueno, es que me encantan las tartas para peques :P) Fue para celebrar el primer añito de la beba para la que hace unos meses hicimos también su tarta y cupcakes de bautizo.
La mami me pidió que repitiera la receta de vainilla para la tarta y que esta vez la hiciera con muucho relleno de "esa-crema-deliciosa-que-llevaba-dentro", dígase el buttercream de vainilla infalible de Alma Obregón.
Y ahora lo que hice fue hacer 4 capas de bizcocho ligeramente más delgados, en vez de dos gordos. Dupliqué las cantidades de buttercream de vainilla y de esta manera quedó súper cremosa y deliciosa!!
Esta es la tarta con la primera capa de buttercream antes de meter a la nevera.
Para aplicar la segunda y última capa, acepté la ayuda de mi chef, jeje (y sí que aprendí algo!)
Así le quedó, lista para meter por segunda vez a la nevera para posteriormente cubrirla con fondant.
Lo bueno es que algunas figuras de la decoración ya había comenzado a modelarlas un par de días antes :)
Para hacer la minitarta cubrí nuevamente dos galletas con buttercream y ahora con fondant, para que quedara igual que la tarta real :P (ni se nota que me divierto haciendo estas tonterías, jajaja)
Vista de mariposa...
La piruleta/globo por detrás ;)
Y a juego con la tarta, unos cupcakes de manzana con buttercream de vainilla, con la receta de los que hice para Navidad, pero sin la canela (que a la mami no le gusta mucho).
Luego, el sábado pasado entregué otra tarta con la misma receta de vainilla (¿qué tendrá la vainilla que a todos nos gusta??), esta vez para celebrar los 9 años de casados de una linda pareja.
La chica me pidió que modelara a ella, a su esposo y a sus dos hijos, como si todos estuvieran en un parque, al aire libre. La tarta la quiso cubierta en fondant azul: el color favorito de su marido.
Quería una tarta pequeña, pues sólo era para ella y su familia, por lo que eligió que fuera sólo de una capa/piso. Para que quedara igual de cremosa que la de cumple, dividí en dos en bizcocho para rellenarlo con una generosa porción de buttercream.
Así lucía antes de meterla a la nevera (creo que ya era la segunda capa de buttercream). Ahora dejé descansar a Leo y la cubrí yo sola con lo que aprendí la vez pasada :P
Luego, la cubrí con fondant teñido de azul (cada vez me sale mejor este paso, sin que se arruguen los bordes!!)
Y así quedó la bella familia (no os burléis de mis primeras figuras humanas, aún me falta mucho por aprender!!) :P
Y a juego con la tarta, pidió una CookieCard, con la receta infalible de mantequilla de siempre:
Lo que más satisfacción me da es que en ambos casos me hablaron al día siguiente para decirme lo mucho que habían gustado las tartas, los cupcakes y la CookieCard!! Y que lo mejor de todo es que de sabor estaban "muy pero muy ricas". Es lo mejor que me puede pasar: hacer feliz a los demás con mi trabajo, que está hecho con mucho cariño y gusto.
Pues nada, me despido y feliz semana!!!!!
Besitos!!
Gau
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